«it’s possible to miss what you’ve never had» [Es posible extrañar lo que tú nunca has tenido], fue mi frase favorita del libro.
Desde hoy ‘The Girl On The Train’ se convierte en un libro especial para mí, porque es el primero que leo completamente en inglés. Así que ahora puedo tachar otra meta de mi ‘Bucket List’ después de un par de intentos fallidos.
Sin duda, ‘The Girl On The Train’ se digiere con tanta facilidad que genera hambre y esa ansiedad que solo se calma leyendo el final. También, es un libro que despierta emociones por la profundidad de los personajes y, entre sus páginas te refleja como un espejo, la rapidez con la que sueles enjuiciar a los demás?. ¡Cada quien tiene un pasado y libra una batalla que tú no conoces!
La historia está centrada en Rachel, a quien la adicción al alcohol le ha valido su trabajo y matrimonio. Desde una primera perspectiva, Rachel se muestra emocionalmente inestable, obsesionada con su exmarido y como ‘La Chica del Tren’, esa que día a día espía a una pareja desde su asiento y con un poco de imaginación les crea nombres [Jess y Jason] e historias.
Sin embargo, el libro gira en torno a la desaparición de Megan durante una noche en la que Rachel, pasada de tragos, estuvo cerca de su casa, por lo que el día siguiente no recuerda nada.
¿Qué ha pasado con Megan? ¿Qué hizo Rachel? ¿Es la protagonista la culpable? Son algunas de las primeras incógnitas que se generan hasta que se van introduciendo los demás personajes, que por muchas o pocas razones, también podrían ser los culpables de la desaparición de Megan Hipwell.
PD: ¡Me gustaría decir más, pero serían spoilers! Así que les toca leerlo y averiguar el caso, aunque sí son del #TeamFlojos, pueden esperar la película que sale el 7 de octubre.