Una mujer ebria en un bar. Un hombre se aproxima y se ofrece a llevarla a su casa. Terminan en casa de él e intenta tener sexo con ella. Ella no está tan ebria como aparentaba y él está en problemas… así transcurren los primeros minutos de Promising Young Woman, la película que ilustra la difusa línea entre consentimiento y violación, el popular «no es no».
Carey Mulligan interpreta a Cassie Thomas, una mujer que en las noches finge estar ebria para darle una lección a los hombres que quieran aprovecharse de su estado, con los cuales siempre se cruza. Sin embargo, de día tiene una vida ligera y calmada, cuya diferencia está muy bien plasmada a causa de la dirección de arte, que en momentos coloca a la protagonista casi que como una divinidad pura e inocente.
Más adelante se conocen las verdaderas intenciones de la protagonista: vengar la muerte de su mejor amiga Nina, quien se suicidó tras un episodio traumático en el que un grupo de hombres la violaron en la universidad.
Tal cual como si Kill Bill estuviese atrapada en una novela romántica [chick-lit], Cassie emprende una cruzada para encontrarse con todas las personas que de alguna u otra manera contribuyeron con el fatídico suceso. De esta manera, Promising Young Woman invita a la reflexión sin necesidad de victimizar al personaje principal, por el contrario, en ciertos momentos te sugiere que ella es la victimaria.
Más allá de malos o buenos, el mensaje es claro: la historia de Cassie y su mejor amiga refleja lo normalizada que está la violencia de género y la cultura de la violación en la sociedad. A lo largo de la cinta queda explicito cómo los involucrados comienzan a buscar pretextos para tratar de excusar lo que ocurrió, al punto de querer retratarlo hasta como un chiste. Incluso en los primeros minutos de la película uno de los hombres se refiere a la aparentemente ebria protagonista de una manera que hace unos años no hubiese molestado a nadie:
«Estas chicas se ponen a sí mismas en peligro. Si no tiene cuidado, alguien se va a aprovechar.»
El discurso lo complementa la repetitiva frase I was busy thinking bout’ boys de la canción de Charli XCX, acompañamiento musical para la narrativa que está a punto de iniciar. Pese a la crítica social que conlleva la historia, ésta transcurre entre elementos de la escenografía y momentos que te hacen sentir en una chick-lit de inicio de los 2000.
Incluso, el propio vestuario de Cassie durante el día sugiere que su apariencia es bastante adolescente, lo que lleva a cuestionarse el significado detrás de ello. La respuesta está en el título de la película, el episodio traumático con su mejor amiga llevó a la protagonista a obsesionarse con la venganza, al punto de quedarse atascada en ese momento de su vida y abandonar la universidad.
Por ello, la directora Emerald Fennell se asegura de llevar al espectador a ese episodio de la vida de la protagonista, con escenas tan juveniles como una en la que se observa a la protagonista cantando junto con su interés amoroso Stars Are Blind, sí… la canción de Paris Hilton.
Pese a estos elementos, el desenlace martiriza al personaje principal y nos genera interrogantes como ¿realmente valió la pena el sacrificio?, ¿se tomará en serio la violencia de género en la sociedad?, ¿habrá algún punto final para el comportamiento machista? o ¿se hará justicia por todas esas mujeres que han sido víctimas?
Más allá de fijar una posición al respecto, Promising Young Woman te invita a reflexionar sobre lo que justo terminaste de ver…
Les dejamos el tráiler de esta cinta, la cual recibió múltiples reconocimientos en esta temporada de premios, incluyendo cinco nominaciones a los Premios Óscar, entre ellas a Mejor Película ¿logrará triunfar? se sabrá el domingo 25 de abril: