Miranda Priestly es uno de los papeles más recordados y queridos por los seguidores de Meryl Streep. Aunque la actriz estadounidense confesó que no tuvo su mejor momento mientras grabó El Diablo Viste a la Moda.
La revelación surgió durante una entrevista para Entertainment Weekly, a propósito de un especial que reunió a todo el elenco para celebrar el décimo quinto aniversario de la cinta. El papel de Streep se caracterizó por su actitud fría, cortante y a la vez elegante.
Esta personalidad también la mantuvo en el set al momento de interactuar con sus coestrellas Anne Hathaway y Emily Blunt. Por ello, se le preguntó sobre estas actitudes incluso cuando las cámaras dejaban de grabar:
«¡Fue horrible! Yo fui miserable en mi tráiler. Podía escucharlos a todos disfrutando y riéndose. ¡Estaba muy deprimida! Yo pensé ‘bueno, ¡es el precio que pagas por ser la jefa!’. Esa fue la última vez que intenté seguir un método al pie de la letra».
Emily Blunt también se pronunció sobre este hecho, asegurando que para Meryl Streep no era muy divertido tener que hacer esto:
«Meryl es tan amigable y divertida, pero de cierta manera el tener que eliminar esa parte de sí misma no fue lo más divertido para ella. No era como si ella fuese inalcanzable (…) pero no sé si era divertido para ella estar en el set de esa manera».
Anne Hathaway, por su parte, cuyo personaje sufrió la mayoría de los ataques por parte de Miranda Priestly, también expresó su opinión:
«Sí me sentía intimidada, pero también sentía que le importaba lo que yo hacía. Yo sabía que lo que sea que ella estuviese haciendo para crear ese miedo debía apreciarlo, porque a la vez sabía que me estaba cuidando».
El Diablo Viste a la Moda de inmediato se convirtió en una película de culto. Le valió una nominación a los Premios Oscar a Meryl Streep y sí se alzó con el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz – Comedia o Musical.