La duquesa de Sussex, Meghan Markle, admitió que al unirse a la familia real debió enfrentarse a muchas normas y aceptar varias condiciones, entre ellas dejar su pasaporte y su licencia de conducir.
«Cuando me uní a la familia real, fue la última vez que vi mi pasaporte, mi licencia de conducir y mis llaves. Todo eso fue tomado», afirmó.
Meghan indicó que estos documentos estuvieron retenidos por el palacio. Pero fueron devueltos cuando decidió mudarse a California, con Harry y su hijo Archie, en búsqueda de una vida con más libertades.
La corona no ha emitido ningún comunicado confirmando la información dada por la actriz. Sin embargo, el historiador Robert Lacey, quien es parte del cuerpo de investigación de la serie The Crown, admitió que esto suele hacerse por protección a los mismos miembros de la familia.
La retención de su pasaporte puede estar relacionada a un trato preferencial, debido a que los miembros de la familia real no cumplen el mismo protocolo que los pasajeros de vuelos comerciales. Mr. Finch, quien es escritora de Royal Musings, indicó que estos no tienen que esperar su equipaje ni pasar por varios chequeos, por lo que la retención de su documento resulta muy normal.
Finch indicó que los documentos de Markle debieron ser resguardados y protegidos del ojo público. Además, dijo que gracias a esa seguridad de respaldo, le regresaron sus papeles al poco tiempo de informar su mudanza.
Algunos conocedores de este procedimiento legal han informado que estas acciones no debieron hacer sentir a Meghan atrapada o desolada. Puesto que en el momento en que los solicitara, debían ser entregados.