Woody Allen llamó “tontas” a las personas que no quieren trabajar con él, debido a las acusaciones legales en su contra por abuso sexual.
El productor de cine dio una entrevista, luego de 30 años alejado de la televisión nacional americana, para responder al público que sospecha de su inocencia. Aunque la exclusiva producida por CBS se realizó en julio, salió a la luz este domingo por Paramount Plus al término de la cuarta parte de la serie documental de HBO, Allen v. Farrow.
El centro de la entrevista estuvo en las denuncias de abuso sexual a su hija Dylan Farrow durante su infancia, las cuales negó rotundamente y afirmó que están motivadas por la madre de la joven, Mia Farrow, quien —según Allen— quedó «molesta» producto de la separación.
Mia y Woody terminaron abruptamente su relación cuando ella descubrió que el cineasta la estaba engañando con su hija adoptiva Soon-Yi Previn. Ambos se casaron 5 años después, en 1997, y siguen juntos desde entonces.
El entrevistador explicó que la grabación podría no resultar atractiva para muchos debido a las fuertes declaraciones de Allen y sus anteriores entrevistas, las cuales calificó de «raras».
«Nada de lo que hice alguna vez en mi vida con Dylan podría ser mal interpretado como eso (…) Nunca viví con Mia, nunca dormí en su casa en los años en los que salí con ella. Tuvimos una relación, pero nunca iba a ser una relación marital«, declaró Allen.