Taylor Swift hizo una transición suave del countryside al pop, tanto así, que posiblemente muchos ni se dieron cuenta. En este proceso, aparentemente, pudo superar las memorias que derivaron en sus mayores éxitos sin una sola lágrima.
Fearless Taylor’s Version, es justamente eso, la nueva y mejorada versión de aquel álbum que puso a millones de personas a reflexionar en el amor, aunque para ese entonces muchos de sus fanáticos todavía no lo conocían. Ahora hay un cambio, la artista madura y sus fans también.
Lo mejor de este nuevo disco es su cercanía a Taylor. En su primera edición, producida por Nathan Chapman, la esencia de la artista no se dejaba sentir como lo hace en esta oportunidad. La primera transformación es muy notoria: la antigua versión traía 13 tracks, mientras que la más reciente tiene 26, escritas y escogidas por ella, además de un bonus song.
Dos canciones del álbum Fearless se lograron posicionar en el top 5 del Hot 100 de Billboard. Como nos podríamos imaginar, se trata de «Love Story» y «You Belong With Me». De hecho, su victoria como “Álbum del año” en 2010, se podría atribuir a estos dos hits.
Su voz y tono han cambiado y se han sumado otras nuevas canciones, algunas han sido simplemente modificadas y otras añadidas. Estos nuevos sencillos no son lo que parecen; se podría pensar que, al ser nuevos, son modernos. Por el contrario, mantienen la esencia e inocencia de esos días, ya que datan del 2008 y 2009.
Los sencillos del baúl, como los llama “from the vault”, realmente contienen aspectos más profundos de Taylor, haciendo que el mundo de la artista de 31 años, sea cada vez más incomprensible. Entre estos guiños muchas personas concuerdan en que Casually Cruel representa una fase de All Too Well, lanzada 4 años antes del estreno de Mr. Perfectly Fine.
Nadie es el mismo a los 18 que a los 31, Taylor no es la excepción. Las canciones Hey Stephen o The Best Day, se encargan de mostrar el crecimiento que ha atravesado. La primera desde el punto de una chica que está cansada de competir con otras por un chico, mientras que la segunda trata de la nostalgia infantil y una crianza llena de acompañamiento.
La joven que superó las críticas de Kanye West, una relación con Harry Styles y se alejó del campo a sus 20’s, definitivamente sabe pisar fuerte. Ahora lo deja más claro que nunca sujetándose con fuerza a la carrera que le ha costado años conseguir.
La estadounidense no se dejó arrebatar sus éxitos a pesar de la pelea legal que enfrentó. Durante 2019, Scott Borchetta y Scooter Braun se negaron a negociar algo más que los derechos a sus seis álbumes, vendidos a un fondo de inversión por un estimado de 300 millones.
Los contenidos de casi cualquier cantante son duramente escudriñados, pero en el caso de Swift esa búsqueda es aún más fuerte. Todos intentan descifrar en qué momento de su vida experimentó las vivencias que ha escrito, y quién estaba a su lado para ese entonces.
La virginidad y los primeros besos, que se simbolizan en varias de sus canciones, ya no significan el mismo dolor para Taylor y su voz lo denota. Todo esto ha pasado a ser un recuerdo (esperemos que grato) para la artista. De ello, sólo queda pensar en cómo nos afanábamos por descubrirla por entender cronológicamente sus rupturas.
El single «Mr. Perfectly Fine» parecía no sorprender a nadie hasta que se ataron los cabos sueltos de la conexión con el amor que vivió junto a Joe Jonas. A partir de allí, existió una presión hacia la actual esposa de la ex estrella de Disney, Sophie Turner, quien dejó claro que no está interesada en el pasado y disfruta del álbum sin importar más.
Las colaboraciones con Keith Urban y Maren Morris significan un regreso a sus raíces country, las cuales fueron su inspiración para construir el imperio que hoy en día posee gracias a sí misma.