El Príncipe Philip precisó ciertos aspectos específicos que quería para su funeral, entre ellos, un fotógrafo encubierto. Page Six reveló que Arthur Edwards estuvo escondido en un pilar de iglesia falso durante toda la ceremonia, para obtener retratos detallados de los asistentes.
Edwards ha retratado los momentos más especiales de la familia real británica por más de 40 años. En esta oportunidad, recordó que el deseo del Príncipe era retratar el dolor de los asistentes «de cerca»:
«El duque, quien planeó cada momento de su conmovedor funeral, tenía arreglado que yo como fotógrafo estuviese escondido dentro de un pilar falso en la cima de las escaleras que llevan a la capilla Saint George».
Además, el fotógrafo de 80 años precisó que este escondite lo situó «a escasos dos metros de distancia de las crudas emociones que experimentaba la familia real mientras despedía al Duque de Edimburgo.
Cabe destacar que Edwards contó que le llamó la atención que el Príncipe William y el Príncipe Harry ni siquiera voltearon a verse mientras caminaron a la capilla. Sin embargo, posteriormente fueron observados caminando juntos de regreso al castillo de Windsor, asomando una posibilidad de reconciliación.