Tenía tiempo de sobra, pero 30 min me esperaban en el frío asiento de un bus para poder llegar al cine.
¡Llegué! Compré una de esas cotufas que se te acaban antes que empiece el filme, olvidé agarrar el pitillo para el refresco, corrí a la sala y me puse cómodo, estaba a punto a ver La La Land.
Empieza la película y por sus primeros 4 min me abrazó el repudio, el género musical hace gala de sus más clásicos elementos y sentí haber perdido mi dinero. Sin embargo, cuando la cámara enfoca por primera vez a Ryan y Emma, la magia explota en esa California invernal y todo vuelve a cobrar sentido.
En esta ocasión, Stone entra en la piel de Mia, una aspirante a actriz que trabaja como Barista y dejó sus estudios por ir tras un sueño, el cual le ha valido castings de lagrimas y vergüenzas.
Por su parte, Gosling [en su mejor actuación] toma parte como Sebastián, un amante empedernido del jazz que vibra y contagia con cada tecla que toca del piano y además, sueña con crear su propio bar para dejar de interpretar villancicos en los restaurantes.
Es necesario señalar que, ‘La La Land’ aparte de un musical es una historia de amor, una perfecta para esos quienes disfrutan del romanticismo teñido con medianas dosis de realidad.
Asimismo, es una película que fue concebida y tejida sobre los sentimientos más puros de un soñador, lo que facilita la conexión con las emociones de los protagonistas y también, pone en evidencia que a veces lo único que necesitamos son dos personas: alguien crea incondicionalmente en nosotros y alguien que nos ofrezca la primera oportunidad para demostrar nuestro talento.
Todos tenemos sueños, pero la diferencia entre nosotros es que algunos están dispuestos a pagar el precio y otros no.
Está de más decir que la fotografía de la cinta está llena de colores y movimientos de cámara que disparan los sentidos. Eso sin mencionar el exquisito plano secuencia mientras Emma y Ryan bailan [a la perfección] ‘A Lovely Night’.
Para mí, el final es atinado, no pudo ser escrito mejor pero he de confesar que, quedé aterrado de acabar como ellos.
¿Y ustedes ya se pudieron sacar de la cabeza ‘City of Stars’?