Con motivo del Día del Padre, Will Smith se sinceró sobre el divorcio de su primera esposa, Sheree Fletcher, una experiencia que calificó como lo “peor de su vida adulta”.
En el episodio de Red Table Talk, exclusivo de People, el actor conversó con su actual pareja y anfitriona de dicho espacio, Jada Pinkett Smith. “Con Sheree y con Trey, fue un momento realmente difícil. El divorcio fue lo peor en mi vida adulta, el último fracaso para mí. Me han lastimado mucho en mi vida adulta, pero no creo que nada afecte el fracaso de divorciarme de la madre de mi hijo de 2 años”, confesó.
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Trey Smith, el primogénito del recordado “Príncipe del Rap”, tiene actualmente 27 años y también se ha dedicado a la actuación. El joven nació fruto de la relación entre Will Smith y Fletcher, quienes se casaron en 1992 y se separaron tres años más tarde.
“Por la experiencia de ver a mi papá golpear a mi mamá sabía que mis hijos nunca me verían hacerle algo violento a su madre. Pero en los primeros años (del divorcio), mi deseo de que no me viera de esa manera, me hizo más ausente como padre”, precisó el actor.
La entrevista se centró principalmente en la paternidad. Por ello, el artista habló sobre el hecho de que quería ser padre desde que tenía seis años. “Amo como era mi familia (…) pero recuerdo cuando tenía diez años, ver a mi padre y pensar ‘puedo hacerlo mejor que él’. Él ra muy furioso y yo era un niño muy gentil. No era un niño que tenías que abofetear o golpear. Crecer en una casa con agresiones físicas hirió mi espíritu”, expresó.
Describió a su padre como un profesor ya que cada momento con él era una enseñanza. “Aprendí que cada lugar es una escuela, que cada cosa que haces debes hacerla bien. Tener buenas notas no tiene que ver con limpiar la cocina. Debes disciplinar tu mente para que todas las cosas que hagas, todas las lecciones que tienes que enseñar, estén en todos lados”, dijo.
“Él me enseñó un montón de cosas que quería cumplir, pero también las cosas que nunca sería capaz de hacer a mis hijos. Él era muy inteligente, luego cuando se enojaba, se convertía en la persona más tonta que conocí”, agregó Smith.
Con el nacimiento de Trey, recordó todo el proceso sobre su vida y le asustaba lo que vendría. “Pensé no puedo hacerlo, no soy ese sujeto. No sabía nada. En ese momento, estaba como ‘mi padre era mucho mejor que yo”.
Contó que años después— durante las grabaciones de Karate Kid en China— él y Jaden viajaban desde Beijing a Los Ángeles todos lo viernes, durante diez semanas, para ver los partidos de fútbol americano de Trey. Posteriormente, regresaban el domingo a la mañana al rodaje. “Es el punto más alto de mi paternidad. No hay cosa que disfrute más que ver a mi chico jugar fútbol”, aseguró.
Sobre sus otros dos hijos, destacó la perseverancia de Jaden en el entrenamiento de “Karate Kid” y cómo Willow cambió su mentalidad de disciplina militar. “Vi cómo estaba esforzando y presionando las cosas que yo quería, en ese momento, empecé a lastimarla. Mi deseo por lo que quería para ella estaba sobreponiéndose a sus deseos. Tuve una epifanía de cuánto una persona puede odiarte si continúas forzando lo que tu quieres en su vida (…) Ella me introdujo en los sentimientos (Willow)”, precisó Will Smith.