Katy Perry está atravesando una etapa radiante de su vida, cuando falta cada vez menos para recibir a su primera hija, fruto de su relación con Orlando Bloom. Sin embargo, la actriz se sinceró y confesó que no todo ha sido color de rosa, ya que en algún momento pensó en suicidarse.
En una entrevista con SiriusXM de CBC Radio, admitió que tocó fondo en 2017. En esa ocasión, había terminado con el protagonista de la franquicia de “Piratas del Caribe” y su quinto álbum de estudio, “Witness”, no tuvo el éxito que esperaba.
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“Rompí con mi novio, que ahora es el padre de mi futuro bebé, y luego estaba emocionada por volar alto en el próximo disco. Pero la validación no me hizo sentir bien, así que simplemente me caí”, relató Katy Perry.
Bloom y la intérprete de “Hot N Cold” se conocieron en los Globos de Oro de 2016 y salieron durante un año, antes de separarse brevemente en febrero de 2017.
Agregó que a raíz de esta secuencia de hechos “perdí mi sonrisa (…) No sé si mi sonrisa alguna vez fue totalmente auténtica, pero estuve en la cima durante mucho tiempo. Tuve la validación, el amor y la admiración del mundo exterior, y luego eso cambió”.
Para tratar de retomar el rumbo buscó ayuda en su fé y en su conexión con Dios. “La gratitud es probablemente lo que me salvó la vida porque si no la hubiera encontrado, me hubiera revolcado en mi propia tristeza y probablemente hubiera saltado. Encontré la forma de estar agradecida. Si se pone muy, muy difícil, doy vueltas y digo: ‘¡Estoy agradecida, estoy agradecida!’ a pesar de estar de mal humor”, manifestó.
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