La actriz que le dio vida a Arya Stark en Game Of Thrones, Maisie Williams, reveló que padeció del síndrome del impostor durante el rodaje de la serie.
Aunque ya pasó un año desde la transmisión del último episodio de Game of Thrones, la serie sigue viva en los corazones de sus fanáticos.
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Ahora, Maisie Williams afirmó que pese a trabajar por 10 años en la filmación de la serie nunca la abandonó el sentimiento de ser una impostora en el mundo de la actuación.
«Nunca me he formado como actriz, y como empecé a dedicarme a esto siendo muy joven, realmente nunca he creído que fuera parte de esa profesión. Definitivamente, siempre me he sentido como una forastera«, sentenció la británica.
De igual forma explicó que aunque ya es una jovencita más experimentada en su profesión como actriz, aún siente algo de inseguridades al respecto.
«Creo que incluso después de una década siendo actriz todavía tengo el síndrome de la impostora. Ese que te hace preguntarte constantemente si esto es realmente a lo que quieres dedicarte o si es buena idea querer dedicarte a ello el resto de tu vida«, sentenció en una entrevista para Glamour.
Maisie Williams también explicó que en ocasiones se derrumba, pero que para ayudar a sostenerse están sus amigos de toda la vida. Ellos son quienes la apoyan de forma incondicional.
«Tal vez debería dejar de pensar demasiado en todo esto, ¿verdad? Pero en cambio me paso el día sentada en mi cama pensando que quizás nadie me quiere. Que quizás no debería salir a la calle ni abandonar mi casa«.
La actriz afirma que la compañía de personas que no son parte de la industria la hace permanecer más centrada, y con los pies en la tierra.
«Con ellos hacía las cosas que hacían las personas de mi edad. Y gracias a eso me sentí normal por primera vez en mi vida. Encajé en ese lugar y fue un momento realmente increíble para mí porque empecé a mirar hacia afuera en lugar de mirar hacia adentro», finalizó.