La protagonista de «Black Swan«, Natalie Portman, lleva toda una vida en Hollywood, pues comenzó a los 13 años y desde entonces no paró. Teniendo una trayectoria tan larga en el mundo cinematográfico, ha tenido el placer (y el disgusto) de cruzarse con todo tipo de gente, entre los que figura Mike Nichols.
Portman dio su testimonio para el nuevo libro de Mark Harris «Mike Nichols, A Life» dedicado al director de cine. En el libro, declaró que el director de «Closer» le hizo ganar confianza y sentirse cómoda para actuar al lado de titanes de la actuación como Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman, sin sentirse completamente fuera del elenco.
Para la actriz, Nichols se volvió una figura mentora, algo que nunca había tenido, «Fue el único mentor masculino que no tuvo rastro de baboseo«, recuerda.
«Creo que era un auténtico feminista. No te miraba de ninguna otra forma que no fuera como una persona creativa, interesante y con talento. Es una cualidad estupenda y muy difícil de encontrar en los directores de su generación«, agregó.
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La película «Closer» de Nichols le dio a Natalie la primera nominación al Oscar de su carrera. En la producción, Portman encarnó a una joven bailarina de striptease, por eso el director de múltiples éxitos como «The Graduate» o «Who’s Afraid of Virginia Woolf?» fue muy cuidadoso y protector, particularmente en las escenas del club.
«Quería taparme el culo, incluso más que mi propio padre«, dijo Portman entonces.
Mike Nichols se aseguró de que ella se sintiera cómoda con los ángulos, los vestuarios y los movimientos. La acompañó a través de la escena hasta que se sintió preparada.
«Lo que hizo por mí… Dios, ¿puedo tener la habilidad de ofrecer ese tipo de tutoría y orientación a otra persona?«, concluyó.