Escuchaba por aquí y leía por allá acerca de 'Stranger Things', la serie que recién había estrenado Netflix y parecía encantar al público con firmeza.
Debo confesar que a veces me seduce seguir los gustos del común denominador, solo para tener una opinión basada en mi experiencia y no, nunca, repetir lo que escuché que dijo el otro día alguien que iba cruzando la avenida.
El punto es que, tomé mi tablet, entré a Netflix, seleccioné el primer capítulo de la serie y a mitad de episodio me empecé a quedar dormido, también es verdad que ese día estaba agotado.
Sin embargo, decidí darle una segunda oportunidad porque la curiosidad por saber qué había pasado con Will me generaba ansias. Y es que hay que decir que a veces el amor no llega a primera vista, porque ese segundo intento fue definitivo para poder adentrarme en los años 80, específicamente en Indiana [USA].