La duquesa de Sussex, Meghan Markle, admitió que al unirse a la familia real debió enfrentarse a muchas normas y aceptar varias condiciones, entre ellas dejar su pasaporte y su licencia de conducir. «Cuando me uní a la familia real, fue la última vez que vi mi pasaporte, mi licencia de conducir y mis llaves. Todo eso fue tomado», afirmó.